Una bicicleta en buen estado mecánico evitara muchos malos ratos durante el viaje. También el tener una bicicleta adecuada a nuestra estatura. Una buena referencia para saber si tenemos la bicicleta adecuada para nosotros es ubicarse sobre la bicicleta sin sentarse en el sillín y, con ambos pies en el suelo, medir la diferencia que hay entre el tubo horizontal y la entrepierna, la cual debe ser como mínimo de 5 cm.
Nuestra bicicleta debe estar acondicionada tanto para el viaje como con elementos de seguridad. Indispensables son:
Los delanteros deben ser siempre blancos o similares.
Los traseros, siempre rojos.
De potencia suficiente para que nos indique lo baches en el camino.
Hay unos pequeños y versátiles que se colocan al lado izquierdo del manubrio. También, existen aquellos que se adosan al casco y que tienen más movilidad.
Al igual que el cinturón de seguridad en los vehículos, el casco debe llevarse cada vez que uno se monta en la bicicleta.
Las de fierro son mejores que las de aluminio, y son mejores las que se anclan en la rudas que la que se pone sobre el asiento. Esta última solo aguanta 9 K.
Las hay de todos los tamaños y formas. Las mejores son las que tienen compartimentos térmicos, en ellos se conservan mejor los alimentos y bebidas, y los que son impermeables. Una forma de impermeabilizar nuestras cosas es guardar todo dentro de bolsas bien cerradas y luego estas guardarlas en las alforjas.
Siempre es necesario tener un estuche de herramientas donde no puede faltar, cámaras de repuesto, desmontadores, parches, llaves allen, llave francesa, llave de cono, bombín, corta cadenas.
Antes de emprender cualquier travesía hay que planificar muy bien el viaje para así llevar todo lo necesario y adecuado. Hay que tener en cuenta el tipo de camino, el clima, los servicios etc.