Con 48 km2 de superficie y ubicada en las costas de la provincia de Arauco a 34 km. del puerto de Tirúa, la Mocha es la isla más importante de la VIII región del Bío Bío y se puede acceder a ella por vía aérea, desde Concepción o Tirúa, o vía marítima.

De sus características geográficas debemos destacar la pequeña cadena montañosa que va de norte a sur, que en su parte más elevada alcanza los 300 metros sobre el nivel del mar, que está cubierta de bosque nativo y que forma parte de un área silvestre protegida bajo la administración de CONAF.

Desde los cerros caen numerosas vertientes que nutren la exuberante y variada vegetación nativa donde priman los arrayanes, ulmos, olivillos, laureles y helechos en sus más diversas variedades. Esta rica selva virgen ofrece el hábitat ideal para aves como pidenes, torcazas, bandurrias, fardelas castellanas; destacando además la presencia de mamíferos autóctonos, como el pudú. En la costa, los roqueríos, son el hábitat de una importante fauna marina además de ser ideales para realizar la pesca deportiva.

La historia de la isla Mocha se remonta hace varios siglos atrás pues tras el descubrimiento de la isla a manos de los españoles, en el siglo XV, ya habitaban en ella los Lafkenches, tribu de origen mapuche.

Después de este hecho la isla fue visitada regularmente por piratas ingleses y holandeses como Francis Drake y Oliver Van Noort aunque pasó un gran tiempo casi deshabitada razón por la cual la selva húmeda que la compone ha sobrevivido intacta al impacto humano.

El privilegiado hábitat de la Isla Mocha, considerado como un territorio cuya biodiversidad lo señala entre los mas puros del planeta, alberga 2.182 hectáreas de un bosque único en el mundo, base de innumerables estudios, tanto florísticos como de fauna, gracias a la creación en 1988 de la Reserva Nacional Isla Mocha administrada por la Corporación Nacional Forestal.

La isla Mocha también ha sido centro de inspiración para una de las novelas de aventuras más conocidas del siglo XX: Moby Dick de Herman Melville, cuyo historia se basó en sus propias experiencias a bordo de un barco ballenero y se nutrió además del relato de un marinero estadounidense sobre el cachalote blanco llamado “Mocha Dick” que habitaba las costas chilenas.

La isla, que es una prolongación de una estribación de la cordillera de la Costa que se sumerge al sur de su costa, en Punta Lavapié, se ubica frente a las costas del Golfo de Arauco, perteneciendo administrativamente a la comuna de Coronel, de la provincia de Concepción.

La Isla Santa María tiene 11,5 kilómetros de largo, en sentido norte-sur, y entre 0,5 y 6,5 km de ancho, en sentido este-oeste, abarcando una superficie total de 35 km².

Geográficamente la isla posee un relieve escarpado formado por acantilados de hasta 70 metros de altura. Esta situación se da preferentemente en la zona occidental ya que la parte oriental y central se desarrolla una extensa península arenosa, que termina en una ensenada, y al norte hay una gran bahía. En este sector es donde se localizan los dos pueblos de la isla: Puerto Norte y Puerto Sur cuya principal actividad es la pesca artesanal y la recolección de mariscos.

La isla posee alrededor de 2.200 habitantes, ubicándose la mayoría de éstos en el Puerto Sur (1.320 personas) donde también se encuentra el aeródromo de la isla y los principales servicios.

Con una superficie de 5.22 kilómetros cuadrados, al isla Quiriquina es la más pequeña de las tres islas de la VIII región del Bío Bío. Está localizada en bahía de Concepción frente a la localidad de Tomé, a 11 kilómetros al norte de la ciudad de Talcahuano. La isla es administrada por la Armada de Chile, y sirve de sede para la Escuela de Grumetes Alejandro Navarrete Cisterna.

Ateniéndose a su forma, caracterizada por un perímetro muy alargado, alcanza una extensión longitudinal, de norte a sur, de 5.556 mts. con un ancho promedio de 1.500 mts y con altitudes que no superan los 130 metros.