Ubicada en la IV región de Coquimbo, la Reserva Nacional Pichasca se ubica 15 kms. al norte de la ciudad de Illapel, camino a Combarbalá. Tiene una superficie de 4.229 hectáreas y un clima mediterráneo árido con temperaturas que fluctúan entre los 15ºC y los 30ºC en verano.

Entre los principales objetivos de su creación destaca, sobre todo, la protección de la chinchilla lanígera, especie endémica en extinción, y su medio ambiente. Aunque también habitan en el sector, roedores como el ratón cola de pincel, el ratón chinchilla y el cururo.

Dentro de la flora predomina la vegetación típica de zonas áridas donde abundan las cactáceas especialmente en las laderas de exposición norte, mientras que en las quebradas podemos encontrar especies como el quillay, litre, maitén, guayacán, entre otros.

Una de los lugares más importantes dentro de la Reserva, además por supuesto de su entorno natural, es el Centro de de Educación Ambiental donde sobresale la instalación de un "Nocturama" que corresponde a una sala que, a través de espejos, permite apreciar a la chinchilla y otras animales de hábitos nocturnos en todas sus dimensiones. Este "nocturama" es único en el mundo.

En los embalses de Cogotí y Recoleta es posible encontrar bosques de sauce chileno, especie difícil de hallar en densidad y en las zonas cordilleranas, a unos 2.000 a 4.000 metros de altura, es posible observar vegetación compuesta de arbustos y plantas adaptadas para vivir bajo fuertes cambios de temperatura.

Por otro lado, en el sector de la Reserva Nacional Las Chinchillas, predomina la vegetación típica de zonas áridas donde abundan las cactáceas y otras especies como quillay, litre, guayacán y maitén.

Para finalizar, cabe mencionar que con la llegada de los españoles gran parte de los espinales, especie típica de la región, fueron intensamente explotados y utilizados para diversas funciones, situación que casi provocó la extinción de la vegetación natural de la zona de La Serena y Coquimbo.