Cultura

Historia

Don Juan de Saavedra fue quién primero se aproximó a explorar la costa Chilena en busca de un barco español anclado en la bahía de Quintil. Al llegar encontró un paisaje hermoso, un clima tibio y una tranquilidad que le pareció fascinante. Entre los cerros y la playa había un valle surcado por unos cuantos riachuelos y habitado por un grupo de indígenas expertos pescadores: los Changos. Ellos fueron los primeros habitantes del Valparaíso hasta la llegada de los españoles, momento en que comenzó a escribirse otra historia para la ciudad.

Durante sus primeros años de vida Valparaíso tuvo poca importancia dentro del país, hecho que lo mantuvo al borde de la desolación y la miseria. La importancia del puerto fue creciendo a medida que avanzó la conquista y colonización de Chile pues, en este contexto, Valparaíso se convertía en uno de los ejes centrales de comunicación para el país.

Los efectos positivos del desarrollo porteño se vieron reproducidos en los buenos índices económicos que mostraba la ciudad. Sin embargo, esta situación trajo algunos problemas como los saqueos e invasiones de piratas y corsarios. El más conocido sucede el 4 de diciembre de 1578, con la llegada de Sir Francis Drake al puerto.

El siglo XVIII marca un hito importante para la ciudad pues en 1758 logra el reconocimiento nacional gracias a su nuevo rango de gobierno político-militar, categoría que mantendrá hasta la Independencia.

Igualmente el proceso de despegue de la ciudad fue lento y silencioso y aunque el comercio fluía veloz cada vez que atracaba un barco en las costas porteñas, cuando éste volvía a alta mar, Valparaíso caía nuevamente en el estado soporífero tan propio del ritmo colonial. De hecho, sólo en 1811 se puede hablar concretamente de Valparaíso como una ciudad.

Aquellos años eran tiempos de cambio para la Nación y recién se había gestado la Independencia donde el puerto jugó un papel muy importante no sólo cumpliendo su rol de fuerte militar sino haciéndose parte del llamado autonomista y libertador. El protagonismo que tuvo y el que venía construyendo le significó transformarse en la segunda ciudad más importante del país, después de Santiago, y el centro neurálgico de las comunicaciones tanto chilenas como sudamericanas.

Valparaíso era fuente de progreso y transformaciones constantes, instalándose en él, por ejemplo, la primera línea telefónica y una de las primeras líneas férreas del país. Fue surtido tempranamente por el alumbrado público a gas y eléctrico y vieron la luz los primeros ascensores, la primera compañía de bomberos y también los primeros barrios cívicos y comerciales.

Todo esto se dio, en gran medida, gracias al comercio y la actividad mercantil que sumado al movimiento continuo de la población y al ajetreo propio de una ciudad puerto construyeron las bases de la identidad porteña. Un rasgo característico de la singularidad porteña, además obviamente de su geografía escarpada, su arquitectura y su gran colorido, fue la fuerte presencia extranjera que tuvo cabida en la ciudad. Producto de la actividad comercial, llegaban a Valparaíso gran cantidad de extranjeros. En un comienzo eran visitas esporádicas y de corta duración ya que la ciudad no ofrecía un panorama muy auspicioso. Sin embargo, con el pasar de los años y la intensificación de relaciones comerciales, las visitas se hicieron más recurrentes y los períodos más extensos. Finalmente, muchos optaron por avecindarse en el puerto y con la convicción de no perder su identidad nacional decidieron, como comunidad, construir sus casas en los cerros para así poder perpetuar su estilo de vida. Las colonias más emblemáticas radicadas en Valparaíso fueron los ingleses, los italianos, los españoles, los americanos, los alemanes y los franceses. Cada una aportó lo propio de sus culturas y su presencia fue determinante para el desarrollo porteño. Así, a pesar del hermetismo inicial de las colonias extranjeras, el cosmopolitanismo y el intercambio cultural fue uno de los rasgos más característicos de Valparaíso y el que le ha traído, hasta hoy, la fama de puerto bohemio, foco de expresiones artísticas y cuna de intelectuales y poetas.

Actualmente Valparaíso goza del reconocimiento otorgado por la UNESCO: ser Patrimonio de la Humanidad. Ha recibido fondos de esta institución para embellecer nuevamente aquellos sectores maltratados por la naturaleza, el olvido y la pobreza. Forma parte del Patrimonio la zona conocida como “Área Histórica de Valparaíso”. Este núcleo urbano representa, en su conjunto, los valores y la identidad del puerto. De este modo, y con ánimo de preservar tanto el patrimonio tangible como el intangible de Valparaíso, los proyectos de la Municipalidad apuntan, casi todos, a remozar el puerto, sus casas y sus barrios y erradicar el estigma de ciudad peligrosa, proponiendo más y mejores alternativas a sus visitantes.

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