Reñaca

Desde la calle 15 Norte y en la misma dirección encontramos la avenida Jorge Montt, también conocida como “recta Las Salinas” donde destacan sobre todo las instalaciones pertenecientes a la Armada de Chile. Primero está la Escuela de Armamento que cuenta con un museo de cañones al aire libre con valiosas piezas de artillería. Luego la Capilla Naval y arriba, el Hospital Naval. Abajo, el Estadio Naval donde antiguamente existía una “salina” cuya función era dejar entrar agua de mar para luego dejar que se evaporara y recuperar, así, la sal. Esto le valió el nombre al sector “Las Salinas”.

La playa frente a las dependencias navales se conoce con el nombre de playa Los Marineros. Le sigue el balneario "Las Salinas" que cuenta con todas las comodidades, como restorán, baños y estacionamientos.

Siguiendo por el mismo camino llegaremos al exclusivo balneario de Reñaca que con el tiempo ha logrado hacerse una fama entre los veraneantes y turistas que visitan la región y por ello se ha transformado en un sector bastante independiente de Viña del Mar. Este conocido barrio viñamarino, gracias a la predilección que han mostrado los turistas, se ha ido desarrollando de manera ascendente y hoy en día cuenta con una oferta hotelera, gastronómica y comercial que lo han posicionado como un balneario altamente atractivo tanto para jóvenes como para adultos.

La fisonomía original del balneario era un pequeño valle rodeado de cerros de dunas de arena y surcado por un pequeño estero que desembocaba en una ancha y hermosa playa. El poblamiento comenzó en los primeros años del siglo XX aunque recién la verdadera transformación de Reñaca se inicia en la década el 60 cuando se convierte en el exclusivo balneario que hoy conocemos.

Actualmente Reñaca cuenta con una playa habilitada no sólo para el baño de toda la familia sino también para realizar todo tipo de actividades de entretenimiento, una costanera amplia para caminar junto al atardecer el mar y al frente todo tipo de locales como restoranes, bares y heladerías.

Siguiendo por el camino costero aparecen bordeando el mar y sobre las rocas la puntilla de Montemar y el instituto de Biología Marina de la Universidad de Valparaíso. Luego, un par de kilómetros más al norte está el sector de Cochoa, playa que antiguamente albergaba a los visitantes de la zona cuando Reñaca aún no estaba totalmente habilitada. Más adelante se ubica el mirador de los Lobos Marinos que cuenta con un amplio espacio para estacionar los autos de quienes visitan el lugar. Es interesante no sólo por la hermosa vista que hay sino por los lobos marinos que se apostan en una roca frente al lugar donde siempre es posible verlos jugar, aullar y sumergirse en el mar.

La rada de Cochoa se da por terminada al llegar a la llamada Roca Oceánica, declarada Santuario de la Naturaleza. Más al norte ya se pierde la vista de la bahía de Valparaíso y Viña del Mar y se da paso al paisaje natural ajeno a la mano del hombre donde reinan las rocas y el mar bravío.

Antes de desembocar en Concón, conocido balneario de la V región, pasamos por la playa Los Lilenes y por la Caleta Higuerillas hasta llegar a Playa Amarilla, sector céntrico de la comuna de Concón. El camino costero termina en el puente sobre el río Aconcagua cuya desembocadura es un interesante atractivo natural. Esta zona también es conocida como La Boca (por la desembocadura) y es el centro comercial de la ciudad. Hay gran variedad de restoranes y locales de todo tipo sobre todo abarrotes, pescados y mariscos.

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