Viña del Mar

Un paseo familiar por la cuidada costanera viñamarina, una caminata por la transitada avenida Libertad, detenerse en un café de la avenida Valparaíso, observar el movimiento citadino en la remodeladas calles Viana y Álvarez, disfrutar de una exquisita agenda gastronómica y de las diferentes alternativas para entretenerse no sólo en época estival sino todo el año, son sólo algunos de los detalles que ofrece Viña del Mar, una ciudad hecha para disfrutar, con diversos panoramas y lugares los cuales visitar y que hacen de Viña del Mar una ciudad que enamora y encanta.

Playa Acapulco y Muelle Vergara

Historia

Remontándonos a los tiempos coloniales, el primer propietario del terreno que hoy se conoce como Viña del Mar fue Francisco de Riveros, quien lo obtuvo como encomienda (tierras entregadas como premio de conquista) de manos de don Pedro de Valdivia. Cuando él murió el sitio lo heredó su hijo Alonso que plantó una extensa viña cuya cercanía al mar era evidente y por ello le bautizó como Viña de la Mar. Este nombre luego se simplificó para ser conocido como “Viña del Mar”.

Hacia mitades del siglo XIX, el predio ya tenía nuevo dueño, el comerciante portugués don Francisco Salvador Alvarez cuyo mérito fue que unió las dos haciendas más importantes de la zona: la de Viña del Mar, cercana a la costa, y las 7 Hermanas, que se extendía por los cerros. Por otro lado su esposa, Dolores Pérez, amante de las plantas y la vegetación, creó allí un exótico parque, hoy conocido como Quinta Vergara. A la muerte de ambos, su hija, Mercedes Alvarez, heredó todo ese terreno.

Quinta Vergara

En 1874 se funda legalmente la ciudad de Viña del Mar gracias a la iniciativa del ingeniero José Francisco Vergara quien, años antes, se había casado con Doña Mercedes Alvarez, adquiriendo así, como propiedad, el terreno que actualmente comprende casi toda al ciudad.

Luego de esto, de todos lados llegaron familias ansiosas por adquirir un predio como quinta de recreo en esta nueva ciudad ya que a todos les encantaba la belleza del paisaje rico en vegetación acompañado del suave oleaje marino.

La gran afluencia de público hizo que cinco años después de la fundación oficial de la ciudad se creara la municipalidad, la iglesia parroquial, el Sporting Club y el Gran Hotel, que hoy día ya no existe.

De esta manera el siglo XX ha sido muy significativo para Viña del Mar pues marca el inicio de un crecimiento que se presentará sostenido en el tiempo.

Actualmente, Viña del Mar se está desarrollando a pasos agigantados, siendo el turismo uno de los apoyos fundamentales para ello.

Por su fisonomía, por sus actividades y por su espíritu, la ciudad se presenta como un lugar ideal para vivir y también para descansar y vacacionar junto a la familia.

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