Ruta del Vino

Durante gran parte del siglo XX y sobre todo en lo que va del siglo XXI, Chile se ha caracterizado por caminar hacia un desarrollo de nivel mundial y por promover el crecimiento en todas las áreas con una agenda que privilegia la educación, la asistencia social y la economía. Desde esta perspectiva, la industria vitivinícola siempre ha sido un pilar fundamental para mantener los ingresos nacionales además de ser un símbolo cultural y comercial hacia el exterior.

La tradición agrícola chilena está íntimamente relacionada con la historia del vino y desde que se tiene información acerca del país ésta se puede ligar a parrones, campos y diferentes tipos de uvas. Por esto y porque actualmente, gracias al complemento de las nuevas tecnologías, la industria del vino ha logrado posicionarse como uno de los principales mercados del país, es que es interesante y también necesario conocer más sobre el proceso de elaboración del vino, los lugares productores, sus características y toda la historia que encierran aquellos antiguos valles donde aún perviven viejas bodegas que conservan el secreto mejor guardado de las tierras chilenas: la magia y el sabor de un buen vino.

Una de las rutas vitivinícolas más conocidas es la que comprende a toda la V región donde se incluyen los valles de Aconcagua, Casablanca y San Antonio. En un recorrido por el sector se pueden visitar alrededor de veintidos viñas cuyos métodos de producción, almacenamiento y publicidad son diversos y por eso el atractivo del viaje por cada una de ellas.

Cada casa vinícola tiene identidad propia, rasgos especiales que se traspasan a sus productos y que los hacen únicos por sus sabores, colores y aromas que reflejan una parte de la cultura nacional.

 
Ruta del Vino - Gentileza Viña Emiliana