Aunque aún se discute la fecha exacta de fundación de La Serena, los expertos han llegado al consenso de asumir que quien primero fundó la ciudad fue Juan Bohón bajo el nombre de "Villanueva de La Serena" en el año 1544, con el objetivo de servir como conexión entre Santiago y el Virreinato del Perú.
Años más tarde, en 1549, la ciudad fue escenario de una violeta sublevación indígena que provoca la muerte de casi todos los españoles, situación que se intenta reparar refundando la ciudad a manos del capitán Francisco de Aguirre, quien la bautiza como San Bartolomé de La Serena.
Tiempo después, el 4 de mayo de 1552, el rey reconoce los hechos entregándole el título de ciudad. No obstante, esto no significó la tranquilidad pues en los años venideros, siguió haciendo frente a continuos ataques de corsarios y piratas y resistiendo los embates de la misma naturaleza que en 1730, a causa de un terremoto, casi destruye toda la ciudad.
El siglo XIX se caracterizó por la fuerte presencia extranjera en al región debido a la creciente y cada vez más importante actividad minera cuyo auge está dado por el descubrimiento de la mina de plata de "Arqueros" y luego estimulado por el apogeo del cobre en los años siguientes.
El cambio de siglo encontró a la ciudad un tanto despoblada y, a pesar de su importancia, pobre en cuanto a servicios públicos y desarrollo urbano. La minería del hierro ayudó para inyectarle nuevos recursos y capital humana a la zona, originándose así una nueva transformación.
En este tiempo, una de las iniciativas más importantes que se desarrollan en la ciudad es el llamado "Plan Serena" que comienza a gestarse entre los años 1948 y 1952, gracias al total apoyo del presidente de la República, oriundo de la zona, Gabriel Gonzáles Videla. La idea central de este proyecto era renovar la ciudad urbana y comercialmente para darle un sello distintivo que la diferenciara de otras ciudades chilenas.
Así, se da inicio a un rescate de las funciones de servicios de La Serena y una completa reestructuración y restauración arquitectónica influenciada por el estilo neocolonial. Bajo esta premisa se construyeron diversos edificios, que hoy ostentan el título de Monumento Nacional, que se complementaron con la creación de nuevas áreas verdes, como el Parque Gabriel Coll Dalmau, el Parque Pedro de Valdivia, y el Museo al Aire Libre ubicado en el bandejón central de la Avenida Francisco de Aguirre.
En 1977, La Serena volvió a vivir un impulso modernizador. Este plan contemplaba la construcción de la avenida del mar, la remodelación de la tradicional Recova, la implementación del terminal de Buses y la construcción del Puente El Libertador, única vía de conexión vehicular entre el sector central de La Serena y el barrio de Las Compañías.
Actualmente la ciudad goza de una posición privilegiada en el país y que está dada básicamente por la importancia turística de la zona que cada día atrae más visitantes. No sólo cautiva el agradable clima, las playas y la gastronomía sino también, y cada vez con más fuerza, los observatorios, la espiritualidad emanada de los valles, la intensa vida universitaria, entre otros factores que hacen que los turistas, nacionales y extranjeros, se decidan a visitar la ciudad.
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